Según recoge el Capítulo I de las actuales Reglas de la Hermandad (2016), como Asociación pública de fieles es fin principal y específico de la Hermandad promover el culto público a través de los sagrados titulares, la confraternidad y formación de sus miembros, la evangelización, el apostolado y el ejercicio de la caridad.
Este fin los desarrolla nuestra Hermandad de un modo muy especial manteniendo abierta al culto la ermita de Ntra. Sra. de Montemayor durante todos los días del año, ofreciendo el Sagrario y las Sagradas Imágenes para la oración de los fieles y devotos.
Pero también administrando desde esta ermita los sacramentos, en especial el de la confesión, celebrando todos los sábados la Santa Eucaristía.
También es fin primordial de la Hermandad ayudar a sus miembros a un crecimiento de su vida cristiana mediante la adecuada formación espiritual y respondiendo al carácter que inspiró su fundación y procurar suscitar e inspirar a los mismos el sentimiento penitencial que debe presidir la vida del cristiano, para identificarse con Cristo y poder ser testigos de su resurrección.
Y es igualmente fin primordial de la Hermandad el ejercicio de la Caridad Cristiana, entendida en su más amplio sentido, como manifestación del Amor, fomentando los vínculos fraternos entre sus miembros y desarrollando obras asistenciales y de caridad.
Este fin del amor y la Caridad Cristiana lo lleva fomentando la Hermandad de un modo muy especial con la colaboración a Cáritas parroquial y con el Obispado de Huelva, en el mantenimiento de la casa de acogida Virgen de los Milagros. Además, la Hermandad destina una partida para atender las necesidades acuciantes y básicas de las personas y familias que atraviesan necesidades de cualquier índole material.