VI ENCUENTRO: LA ADORACION DE LOS MAGOS
D- Ruega por nosotros Santa Madre de Dios.
T- Para que seamos dignos de alcanzar y gozar las promesas de nuestro Señor Jesucristo. Amén.
Del Santo Evangelio, según S. Mateo:
“Habiendo nacido Jesús en Belén de Judá, durante el reinado de Herodes, vinieron unos Magos de Oriente a Jerusalén, y preguntaron: «¿Dónde está el rey de los judíos que ha nacido?, porque hemos visto su estrella en Oriente y venimos a adorarlo». Herodes y todo Jerusalén quedaron muy intranquilos por la noticia. Reunió a todos los sacerdotes principales y a los maestros de la Ley para preguntarles dónde debía nacer el Cristo. Ellos le contestaron que en Belén de Judá, ya que así lo anunció el profeta que escribió: Belén en la tierra de Judá, tú no eres el más pequeño entre los principales pueblos de Judá, porque de ti saldrá un jefe, el pastor de mi pueblo, Israel. Herodes, entonces, llamó privadamente a los Magos para saber la fecha exacta en qué se les había aparecido la estrella. Encaminándolos a Belén les dijo: «Vayan y averigüen bien lo que se refiere a este niño. Cuando lo hayan encontrado avísenme para ir yo también a adorarlo». Después de esta entrevista, los magos prosiguieron su camino. La estrella que habían visto en Oriente iba delante de ellos, hasta que se paró sobre el lugar en que estaba el niño. Al ver la estrella se alegraron mucho, y, habiendo entrado en la casa, hallaron al niño que estaba con María, su madre. Se postraron para adorarlo y abriendo sus cofres, le ofrecieron regalos: oro, incienso y mirra. Luego regresaron a su país por otro camino, porque se les avisó en sueños que no volvieran donde Herodes.” Amén.
Reflexión:
La visita de los Magos compensaba a María, con creces, las dificultades sufridas con el motivo del Nacimiento de Jesús en belén.Su presencia significaba, para Ella, una justificación personalizada de las esperanzas de Israel desde Abraham a David, y desde David hasta su tiempo. Su procedencia oriental anunciaba la universalidad redentora del mensaje de Jesús. Su presencia ante el Niño anticipaba, hecha realidad, la posterior profecía de Cristo: “atraeré hasta mí a todas las gentes”. En ellos, ante Jesús y María, nos encontrábamos también, anticipadamente presentados, nosotros, los que en el futuro haríamos nuestra la Buena Nueva de Cristo.
Oración:
Dios Todopoderoso, Tú que has anunciado a los Magos, por medio de la Estrella, el nacimiento de Nuestro Salvador, Jesucristo, manifiéstanos siempre este misterio y haz que sus frutos crezcan en nuestros corazones. Por Cristo Nuestro Señor. Amén.
D- Dios te Salve María…