XI ENCUENTRO: MARÍA, MADRE DE LOS HOMBRE
D- Ruega por nosotros Santa Madre de Dios.
T- Para que seamos dignos de alcanzar y gozar las promesas de
nuestro Señor Jesucristo. Amén.
Del Santo Evangelio, según S. Juan:
“Junto a la cruz de Jesús estaban su madre, la hermana de su madre, María, la de Cleofás, y María, la Magdalena. Jesús, al ver a su madre y cerca al discípulo que tanto quería, dijo a su madre: “Mujer, ahí, tienes a tu hijo”, Luego dijo al discípulo: “Ahí tienes a tu madre”. Y desde aquella hora, el discípulo la recibió en su casa”. Amén.
Reflexión:
El ánimo queda en un suspense, egoístas como somos, nos resulta incomprensible tanto la generosidad del Hijo como la generosidad de la Madre. No teniendo más que dar, Jesús al morir nos entrega a su Madre. A pesar de la ingratitud de los hombres para con su Hijo, María acepta el encargo de ser Nuestra Madre. Tal generosidad solo pide una respuesta; idéntica generosidad en amar a Dios, a María y a nuestros Hermanos.
Oración:
Concédenos, Señor, a cuantos proclamamos a María, Madre de Dios y Madre de los hombres, gozar siempre de su protección y poder imitar sus virtudes para asemejarnos así cada día más a Jesucristo, tu Hijo. Por Cristo Nuestro Señor. Amén.
D- Dios te Salve María…