XIV ENCUENTRO: LA ASUNCIÓN DE LA VIRGEN AL CIELO.
D- Ruega por nosotros Santa Madre de Dios.
T- Para que seamos dignos de alcanzar y gozar las promesas de nuestro Señor Jesucristo. Amén.
De la Constitución Apostólica “Munificentissimus Deus”:
“Por eso, después que una y otra vez hemos elevado a Dios nuestras preces suplicantes e invocado la luz del Espíritu de Verdad, para gloria de Dios omnipotente que otorgó su particular benevolencia a la Virgen María, para honor de su Hijo, Rey inmortal de los siglos y vencedor del pecado y de la muerte, para aumento de la gloria de la misma augusta Madre, y gozo y regocijo de toda la Iglesia, por la autoridad de nuestro Señor Jesucristo, de los bienaventurados Apóstoles Pedro y Pablo y nuestra, proclamamos, declaramos y definimos ser dogma divinamente revelado: Que la Inmaculada Madre de Dios, siempre Virgen María, cumplido el curso de su vida terrestre, fue asunta en cuerpo y alma a la gloria celestial. Finalmente, la Virgen Inmaculada, preservada libre de toda mancha de pecado original, terminado el curso de su vida en la tierra, fue llevada a la gloria del Cielo y elevada al Trono del Señor como Reina del Universo, para ser conformada más plenamente a su Hijo, Señor de los señores y vencedor del pecado y de la muerte.” Amén.
Reflexión:
De la misma manera que la Resurrección de Cristo y su Triunfo Glorioso que son prenda de nuestra resurrección y triunfo futuros, así la Asunción de la Virgen se convierte en tipo de la Iglesia Católica futura anunciando el triunfo definitivo de la misma sobre el mal, el pecado y la muerte. Pidamos a nuestra Madre, Nuestra Señora de Montemayor Coronada, que nos conserve siempre en actitud de lucha y de esperanza, para que nuestras conductas se hagan acreedoras a gozar con Ella del triunfo.
Oración:
Dios Todopoderoso y Eterno que has elevado en cuerpo y alma a los cielos a la Inmaculada Virgen María, Madre de tu Hijo; concédenos, te rogamos, que aspirando siempre a las realidades divinas, lleguemos a participar con Ella de su misma gloria en el Cielo. Por Cristo Nuestro Señor. Amén.
D- Dios te Salve María…